Manifiesto de la práctica de la filosofía clínica neuroafirmativa

1. Relación de confianza y seguridad
La filosofía clínica neuroafirmativa se fundamenta en la creación de un espacio de confianza y seguridad, donde la persona acompañada se sienta validada, comprendida y libre de juicios. La relación terapéutica se construye sobre la base de la empatía, la escucha activa y el respeto mutuo.
2. Enfoque empático y neuroafirmativo
El profesional adopta una postura benevolente y no juiciosa, centrada en la comprensión profunda de la experiencia de la persona neurodivergente. Se reconocen y validan sus emociones, dificultades y fortalezas, sin buscar normativizarlas ni encuadrarlas en paradigmas patológicos.
3. Ajuste en la comunicación y la interacción
La comunicación se adapta a las necesidades individuales, respetando los tiempos de procesamiento de la información. Se proporciona latencia suficiente para la formulación de respuestas, y se utilizan apoyos visuales, recordatorios regulares y división de tareas en pasos breves para facilitar la concentración y la planificación.
4. Respeto por la diversidad sensorial y emocional
Se brindan acomodos sensoriales que favorecen la regulación y la comodidad de la persona acompañada. Se adopta una actitud contenida y serena, facilitando la expresión de emociones y ofreciendo estrategias para la gestión del estrés de forma individualizada.
5. Principios éticos fundamentales
El ejercicio de la filosofía clínica neuroafirmativa se rige por los principios de autonomía, beneficencia, no maleficencia y justicia. Se respeta la dignidad y los derechos de la persona acompañada, promoviendo su autodeterminación y capacidad de agencia en su propio proceso.
6. Confidencialidad y profesionalismo
La privacidad de la persona acompañada es un principio inquebrantable. Se resguarda la información compartida dentro del espacio de acompañamiento y, en caso de supervisión o intercambio profesional, se preserva el anonimato y la integridad de la persona.
7. Compromiso con el aprendizaje continuo
El profesional se mantiene actualizado en los avances científicos y filosóficos en el campo de la neurodiversidad, las neurociencias y la neurofilosofía. La formación continua a través de investigación, congresos, seminarios y grupos de intercambio es una responsabilidad ética y profesional.
8. Reflexión y autoconocimiento
El acompañamiento filosófico requiere una práctica reflexiva constante. El profesional se compromete a analizar sus propias creencias, emociones y sesgos cognitivos para evitar que interfieran en su relación con la persona acompañada. La supervisión es una herramienta esencial para este proceso de mejora continua.
9. Valoración de habilidades y talentos
Se fomenta una percepción positiva de la propia identidad y capacidades. Se identifican y potencian “islotes de competencia”, es decir, áreas de especial interés y habilidad, utilizándolas como ejes de motivación y éxito. Se vinculan estas competencias con oportunidades educativas, laborales o de proyectos personales.
10. Autodeterminación y empoderamiento
El acompañamiento filosófico neuroafirmativo impulsa a la persona a asumir un rol activo en su propio proceso. Se facilita el establecimiento de objetivos alcanzables, la toma de decisiones autónoma y la resolución de problemas desde una perspectiva autodirigida. Se ofrece apoyo en los momentos de dificultad, promoviendo el aprendizaje a partir de las experiencias.
11. Flexibilidad y no adaptación
Cada persona tiene un modo único de comunicación y desempeño. Se prioriza la flexibilidad y la paciencia en la interacción, ajustando las metodologías para que sean accesibles y respetuosas con la diversidad de necesidades.
12. Marco ético y profesional
El marco ético protege tanto a la persona acompañada como al profesional. Se establecen claramente los aspectos prácticos del acompañamiento (duración, honorarios, ubicación, frecuencia de sesiones), así como los límites de la intervención. Se definen los procedimientos para la finalización de la relación terapéutica y se contemplan cláusulas de responsabilidad.
13. Defensa de los derechos y visibilización de la neurodiversidad
La filosofía clínica neuroafirmativa trasciende el acompañamiento individual y asume un compromiso con la defensa de los derechos de las personas neurodivergentes. Se trabaja para desmantelar estereotipos y promover una visión positiva de la neurodiversidad.
14. Fomento de la autodeterminación y la representación
Se apoya el derecho de las personas neurodivergentes a representarse a sí mismas y liderar iniciativas de empoderamiento. La filosofía clínica neuroafirmativa reconoce y respalda estos procesos.
15. Lucha contra la discriminación
Se denuncian situaciones de exclusión y discriminación, ofreciendo apoyo en la búsqueda de recursos y estrategias de defensa de derechos. Se aboga por el desarrollo y la difusión de soluciones inclusivas en el ámbito educativo, laboral y social.
16. Compromiso ético y social
Se asume una postura crítica y reflexiva sobre las prácticas estandarizadas que perpetúan visiones reduccionistas de la neurodiversidad. Se cuestionan modelos obsoletos y se promueve una transformación que respete la diversidad cognitiva y cultural.
17. Una sociedad inclusiva y neuroafirmativa
El objetivo final es una sociedad donde todas las personas puedan desarrollarse plenamente y ser reconocidas en su diversidad. La filosofía clínica neuroafirmativa actúa en los niveles individual, colectivo e institucional para lograr este cambio.
18. Respeto a la diversidad de género
La filosofía clínica neuroafirmativa reconoce y respeta la diversidad de género en todas sus expresiones. Se rechazan enfoques binarios y normativos, garantizando un acompañamiento que valide la identidad de cada persona sin imposiciones ni estereotipos. Se fomenta el uso de lenguaje inclusivo y el reconocimiento de la autodeterminación de género en el proceso de acompañamiento.
19. Enfoque interseccional
La práctica filosófica neuroafirmativa integra un enfoque interseccional que reconoce cómo diferentes ejes de opresión y privilegio (género, raza, clase, orientación sexual, discapacidad, entre otros) interactúan en la vida de las personas neurodivergentes. Se promueve un análisis crítico de estas intersecciones para garantizar un acompañamiento que contemple las múltiples dimensiones de la identidad y la experiencia de cada individuo.
20. Autodefensa en la filosofía clínica neuroafirmativa
La autodefensa es un pilar fundamental en la filosofía clínica neuroafirmativa. Se reconoce el derecho de las personas neurodivergentes a defender su dignidad, sus necesidades y su autonomía frente a estructuras normativas que intentan invalidarlas.